Cada vez es más importante tomar consciencia de todo aquello que pensamos.
Cada gesto, cada sentimiento, cada emoción.
Todo influye directamente sobre nuestro estado de ánimo. Sobre cada aspecto de nuestra vida.
Todo a lo que le dedicamos nuestro tiempo, cobra vida y se proyecta en nuestra realidad.
Desde un pensamiento negativo, un gesto de desdén, una conversación banal sobre la situación social actual…
Todo eso que aparentemente es casual, cobra forma y se enriquece con tu energía.
No participes en conversaciones que contribuyan a generar desasosiego.
No alimentes pensamientos destructivos.
No apoyes nada que no esté respaldado por tus mejores intenciones y tu bondad.
Tú construyes el mundo en el que vives, todos sumamos y formamos parte de una visión mayor de todo.
Presta atención a lo que está sucediendo ahora, piensa en que puedes contribuir para elevar esa situación. Y no tomes partido en lo que no quieras que te acompañe de aquí en adelante.
Siembra hoy lo que quieras recoger mañana.