La fe es una herramienta poderosa, pero debéis entender la forma en la que la Fe funciona.

Estáis ciegamente entregados a creencias que limitan vuestra percepción de la realidad.

La realidad en la que vivís, no es más que una proyección de un sistema de creencias que os ha enseñado a poner la Fe en algo externo.

En una divinidad que no responde a nada. Que vive separada de vosotros. Una divinidad que separa, que clasifica. El bien, el mal. Que condiciona la evolución de vuestro propio ser, dictando que está bien y que está mal.

Condicionando vuestros actos.

Sembrando miedo, separación. Des-conexión.

Esta Fe, a la que entregáis vuestros más profundos deseos y a la que le entregáis día a día, vuestros anhelos más profundos. Es una Fe vacía de sentido, de propósito.

La verdadera Fe es aquella que nace desde lo profundo de vuestro corazón, no desde lo profundo de vuestra mente terrena tridimensional.

¿Cómo podrías saber la naturaleza de tus deseos? ¿Cómo podrías discernir si verdaderamente nacen en tu pecho o en tu mente?

Es muy sencillo. Al corazón no se le puede engañar. En el reside la verdad de todo lo que es.

Ahí residen todas las respuestas a todas las preguntas. Formuladas y no formuladas aún.

Presta atención a tus pensamientos, a tus deseos. Se honesto. Permítete indagar en lo profundo de tu mente. Tu Ser ya sabe la respuesta.

¿Estás preparado para enfrentarla?

¿Estás preparado para sentir el dolor de saber que, lo que necesitas ahora no es lo que deseas?

¿Estás dispuesto a aceptar que las cosas puedan suceder de otra forma a la que tu tenías planeada?

Porque sabes que es lo correcto.

Eso es FE.

Fe, que responde a un propósito.

Fe, que responde a la certeza de saber, que a pesar de no saber nada…. sientes que estás haciendo lo correcto.

Sientes que ESO es lo que debes hacer. A pesar de que no sepas como, de que no sepas cuando, de que no sepas donde.

Eso es Fe.

Y esa Fe no se debe a nada externo, si no a ti mismo.

Fe de que conoces todas las respuestas, y de que confías en que todo se va a manifestar de la manera adecuada en el momento adecuado en el lugar adecuado.

Fe de saber, que eso, es todo lo que debes saber.

Porque aún no estás preparado para comprenderlo todo con una perspectiva mayor.

Porque tu mente, tu hermosa mente tridimensional es tan limitada. Tan tan limitada, amado ser.

Entiende que no hay tal cosa como un «Dios» externo, que concede milagros de forma selectiva, en función de su criterio de que es lo que está bien y que es lo que está mal.

¡Qué no le daría un padre a sus hijos. A sus hermosos y benditos hijos!

El universo, el TODO…. ¡No tiene límites!

Y ese es el regalo que tiene “Dios” para ti. Te entrega TODO.

Para que tú lo aceptes poco a poco.

En la medida en la que seas capaz de aceptar, que mereces su amor. Que mereces su “perdón”.

Que no hay actos malos, ni buenos.

Que todo son experiencias, que todo es vida.

Que todo debe ser vivido y experimentado para que logres comprender la profundidad de la realidad humana que vives.

Que tu elegiste vivir, para aprender. Para amar. Para VIVIR. Y Crecer.

Entiende que ese tal “Dios” que creaste vive ya en ti. Desde el momento en el que tomaste tu primer aliento. Él vive en ti. Como lo sigue viviendo ahora. En este instante.

Ese «Dios» no es otro, que tu propia divinidad interna, expandida por el basto universo. Y que ahora se representa aquí. En esta pequeña expresión humana.

Eres solo una ínfima parte del gran universo.

Una gota de agua en un mar sin límites.

¿Acaso podrías imaginar ahora la grandeza de DIOS?

¿Acaso puedes entender la grandeza de tu propia existencia en este momento?

¿Acaso puedes percibir que eres parte de un todo infinito? y que, por ende. TU ERES INFINITO.

Como infinitas son las bendiciones que tiene Dios para tu alma.

Acepta que esto pueda ser así.

Entiende, que hasta ahora, todo lo que has hecho, sentido, pensado…. responde a una percepción muy limitada de la grandeza del gran plan universal.

Entiende que esa forma de pensar quedó ya obsoleta.

Entiende que hay grandes cosas para ti. Esperando que sean descubiertas por tu propia luz. Esperando para unirse a tu alma, alineadas a tu divino plan universal.

Entiende que, el mundo en el que vives está dormido.

Y afortunados aquellos que tienen la capacidad de despertar y ayudar a los demás a que despierten. A que descubran lo que realmente son. A que descubran lo que realmente, la vida ES.

Benditos seáis amados míos. Benditos seáis.

Que mi Luz os guíe.

Que mi Luz os despierte.