Las semillas de la luz están descendiendo.

Las semillas que están germinando, y determinarán el futuro del mañana, están creciendo.

Y brotan con cada pensamiento amable. Con cada suspiro de amor. Con cada acto compasivo.

Eso es lo que va a definir el “futuro”.

Eso es lo que marcará la diferencia, entre una experiencia armónica, bondadosa y una vida tediosa e insatisfactoria.

Vosotros, queridos míos, sois los responsables de hacer que la semilla del cambio germine, crezca.

Debéis alimentarla con pensamientos puros. Con entrega.

Con confianza, en la tarea que estáis acometiendo.

Debéis limpiar las “malas hierbas” que crezcan alrededor de las hermosas semillas del mañana. No permitáis que éstas las debiliten.

Vuestra tarea es vital.

Sois los trabajadores de la luz, del amor.

Los tejedores del mañana.

Aquellos que entregaron su cuerpo y alma a la evolución de la conciencia de este hermoso planeta. A pesar, de no conocer a ciencia cierta lo que ello implicaba. O lo que ello suponía.

Vuestro amor, vuestra luz. Es total y absolutamente vital en este momento tan intenso de cambios.

Es importante que mantengáis es vuestros centros alineados. Que recalibréis vuestras frecuencias. Que elevéis vuestra vibración al máximo.

Y no perdáis nunca la Fe en este desempeño.

Muchos de vosotros, almas antiguas, habéis vivido innumerables vidas en esta tierra.

Ahora, su legado. Tu legado, te llama.

Para que ocupes el lugar que te fue asignado.

Responde a ese llamado.

A tu propósito.

Ahora.

Y la forma, no es otra que viviendo en paz.

Ahora, más que nunca, necesitáis desprenderos del ruido que adormece vuestra realidad.

De abandonar el miedo que os mantiene atados de pies y manos.

Que restringe la expresión de vuestra voluntad divina.

Ahora más que nunca. Hago este llamado a todos los trabajadores de la luz que permanecen dormidos.

Y en este momento yo “Kryon”, os digo:

Acompañadme en este recorrido, hermosas almas.

Pues vuestra luz guiará y manifestará el cambio que ahora debe suceder.

Este es el momento para que vuestra luz despierte y guíe.

Para que la luz ilumine y abra los caminos de la oscuridad.

Trabajad con vuestra intención, sobre un núcleo de Gaia. Visualizando imágenes positivas. De amor. Enviando calidez y ternura a su centro.

Para que las frecuencias se alineen.

Y vuestra luz se expanda a través del núcleo de Gaia, y esta lo emane a cada rincón de la tierra.

Para que cada alma perdida, encuentre el suave consuelo de vuestra luz.

Y este, cure las heridas del olvido. Del dolor. De la ignorancia.

Esta es vuestra misión ahora.

Y yo, con amor, os la entrego.

Y así es